jueves, 18 de marzo de 2010

El Modelo Específico de la Estrategia Organizacional

Cuando se habla del proceso de formulación estratégica en las organizaciones generalmente se oyen frases que enuncian y se relacionan explícitamente con actividades de relevamiento, análisis, formulación de la estrategia, implementación, ejecución y control. Este proceso se realiza de diferente forma en las empresas, llegando a diferentes niveles de concreción; en algunas organizaciones es más operativa, en otras es más teórica, es más regular, es más intermitente, está sujeta a modelos específicos, es orientada por expertos, o coordinado por personal externo o interno.
Independientemente del valor que genera este proceso en las organizaciones, sean tanto filosóficos, conceptuales, prácticos o de resultados específicos, en muchos casos el enunciado de la estrategia no desemboca necesariamente en un Modelo Específico de la Estrategia de esa organización, como hilo conductor para controlar todos sus planes. Es decir que aún en los casos en donde los elementos son determinados y fijados, las organizaciones se orientan específicamente por los objetivos; la estructura estratégica no tiene, generalmente, el mismo cuidado para identificar todos los aspectos esenciales que la conforman.
Además, reflexionar sobre el concepto y alcance de la estructura estratégica o “Arquitectura Estratégica” (Hamel y Prahalad, 1995), exige iniciar un análisis profundo de la ideología y estructura de valores y de los aspectos críticos que cada empresa define como imprescindibles y esenciales para lograr el éxito y más que nada, definir la identidad que diferencia a toda organización en el mercado, tanto para sus clientes como para la competencia.
Esta “Arquitectura Estratégica” (Hamel y Prahalad) exige como resultado un plano, que evidencie el proceso creador, que debería ser el inicio de la gestión de la misma, así como la construcción de un edificio o una ciudad; permitirá identificar los sistemas, los elementos, las interrelaciones, condicionando sobre todo el comportamiento individual a una forma de ser y hacer organizacional.
Este plano, el Modelo Específico de la Estrategia Empresarial, debe ser concretado, gestionado y controlado por el líder, siendo por lo tanto, un proceso intencionado de desarrollo organizacional que, necesariamente debe estar fuertemente atado a las personas que asumen el liderazgo organizacional, es decir, los que se transforman en los líderes, aquellos que tienen la responsabilidad de influir en el sistema para lograr resultados que tangiblemente puedan ser considerados mejores que otros, y que se toman como referencia, para tomar las decisiones más esenciales y críticas de la organización.
Este aspecto es de crucial importancia, porque las organizaciones compiten en los mercados partir de sus simbolismos, que deben estar sustentados por sus estructuras estratégicas y organizacionales, es decir, si compiten percepciones contra percepciones, compiten modelos estratégicos contra modelos estratégicos. Uno de los desafíos esenciales de toda organización es construir su estructura empresarial, congruente con su forma de pensar y guiado por el Modelo Especifico de la Estrategia que ha definido en el proceso de formulación. Esto aspecto no ha sido desarrollado en forma específica en la literatura especializada sobre la estrategia, como tampoco ha sido particularmente caracterizado y descripto en la práctica empresarial. Siendo el propósito esencial de este espacio, construir un ámbito de reflexión, intercambio de opiniones, posturas y experiencias relacionados a este desafío de construir el Modelo Específico de la Estrategia de cada organización.

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